5 Años Desde Que Me Diagnosticaron Cáncer De Tiroides

5 Años Desde Que Me Diagnosticaron Cáncer De Tiroides. Es difícil creer que hayan pasado cinco años desde mi diagnóstico de cáncer de tiroides. En junio del 2014, mi vida y la de mi familia cambiaron radicalmente cuando supimos que tenía cáncer. Aún recuerdo cuán asustados estábamos mi familia y yo al escuchar al médico decirlo. Recuerdo haber pensado que eso no me podía suceder, que debía ser un error. Pensaba: «Estoy bien, esto no es cierto, estoy sana, no estoy enferma. No tengo ningún síntoma, ¿cómo podría pasar esto?» Esta fue mi primera respuesta, conmoción extrema y negación, como mecanismo de afrontar lo que anticipaba que vendría.

Conocía el cáncer como una enfermedad terminal, sabía algo de sus tratamientos curativos que daban miedo. Había escuchado una lista de historias de terror de personas que sabía que eran cautivas de esta horrible enfermedad. Recuerdo pensar una y otra vez en mi cabeza los posibles tratamientos que tendría que soportar mientras el médico me daba la noticia a mí y a mi esposo Álvaro. Es difícil poner en palabras la interminable montaña rusa emocional en la que estábamos mi familia y yo.

Poco después de mi diagnóstico, elegí el camino menos transitado, y seguí un enfoque holístico para mi curación. En ese momento, no sabía mucho sobre el cáncer, además de que era una palabra muy aterradora vinculada a mucho dolor, sufrimiento, e incluso, la muerte. Algo dentro de mí me dijo que tomara un camino diferente al ofrecido por los médicos en ese momento. No sé cómo explicarlo más que nuestra voz interior, nuestra intuición, Dios en nosotros. Rápidamente, comencé a investigar en Internet lo que podía hacer para afrontar lo que estaba enfrentando. De alguna manera, sabía que extirparme la tiroides no era la respuesta para mí. Quitar una parte funcional de mi cuerpo no tenía sentido para ayudar a encontrar mi cura.

Días y semanas después de que me diagnosticaron, tuve que enfrentar a todos los que me rodeaban para que me operara. La cirugía y la radiación es cómo se trata esto. «Esto es lo que debes hacer». Hubo esta urgencia cuando la gente me habló de que tenía que tomar una decisión RÁPIDO. Lo que agregó más estrés a la situación ya estresante. Pero todo en mí decía «¡No! Cirugía y radiación no son el mejor camino para mí. Quiero dar un paso atrás, aprender más, explorar opciones». Después de todo, a mi cuerpo le tomó mucho tiempo desarrollar cáncer. Mi ser interior dijo que estaba bien esperar unos días y explorar… y esto es lo que hice. Hacer frente a la presión era tan agotador como el cáncer.

Temía el viaje, sabía que iba a ser largo y doloroso. Aunque sabía que nadie podía hacerlo por mí. Entonces, elegí armarme de valor y seguir el camino menos transitado. Protegerme de la negatividad y el miedo era imprescindible. Estaba tomando la decisión de ir en contra de las cosas; y todos en mi círculo íntimo, mi esposo, padres, hermanos y amigos, estaban tratando de cambiar mi opinión. Aunque su enfoque estándar para hacerlo provenía de su buen corazón, de alguna manera la negatividad y el miedo seguían apareciendo. Intentaban asustarme para que creyera que cualquier otra cosa que no fuera cirugía y radiación sería desastrosa.

Tratar con toda esa negatividad y miedo comenzó a sentirse como otra cosa en mi lista de «cosas por hacer», algo con lo que definitivamente no quería lidiar. Llegué al punto en que sentí que me obligaban a lidiar con los pensamientos y las batallas internas de otras personas, además de los míos. Como sus pensamientos siempre parecían provenir de su miedo, realmente, no podía manejarlo. ¡Como si enfrentar esta enfermedad no fuera lo suficientemente desafiante!

Mi cuerpo formó cáncer para despertarme. Pensé que estaba viviendo bien, muchos de nosotros nos sentimos así, pero para mi sorpresa, la realidad es que muchos de nosotros estamos viviendo completamente inconscientes de esta verdad. Centrados en cómo ganar dinero, cumplir con los plazos, pagar facturas, ganar la aceptación de los demás al tener una larga lista de títulos en sus tarjetas de negocios.Trabajando tan duro para obtener elogios y reconocimiento del exterior. Fingiendo vivir en felicidad cuando en realidad, son miserables deseando tener una vida diferente. No digo que éste sea el caso para todos nosotros, pero hay tanta verdad en esto. Conocí a muchas personas en mi camino que me dijeron que si pudieran hacerlo de nuevo, aprovecharían cada oportunidad a su manera.

El cáncer llamó a mi puerta y me dio la oportunidad de vivir de manera diferente, aprender más sobre mí y comprender mejor lo que realmente importa en la vida. Sé que tuve mucha suerte y sé que muchas otras personas con cáncer no tienen esta oportunidad. Me siento bendecida de mirar hacia atrás a estos cinco años y decirme a mí misma, estoy orgullosa de ti, Karen.

Avancé rápido cinco años después, estoy contenta y extremadamente agradecida de decir… ¡¡¡NO TENGO CÁNCER!!!

Sí, es cierto… libre de cáncer. Había estado experimentando síntomas en mi seno izquierdo y, por supuesto, todos, especialmente los médicos, pensaban que era cáncer. Mi increíble equipo de médicos estuvo de acuerdo y me recomendó hacer una termografía para revisar mis senos. Bueno, déjenme informarles que los hallazgos fueron impresionantes, por decir lo menos. No solo descartamos cáncer, sino que no encontramos actividad en el área de la tiroides que coincida con los resultados de sangre del mes anterior, lo que indica que los marcadores son normales. ¡Gloria a mi DIOS!

Estos últimos cinco años me han enseñado mucho sobre muchas cosas diferentes, pero lo más importante es lo que significa estar saludable. No es solo lo que comemos, sino también lo que pensamos, lo que sentimos, nuestro entorno, etc. Al igual que cuatro patas sostienen y equilibran una mesa, nuestra salud depende de una nutrición equilibrada, un estado emocional saludable, una conexión espiritual con nuestro creador, y una mente sana. Mi jornada hacia la sanidad ha sido un proceso de transformación, un proceso de curación, crecimiento y renacimiento de un nuevo yo. ¡El cáncer ha sido realmente una invitación a vivir de nuevo y estoy agradecida!

A continuación, verás una imagen de la exploración termográfica tomada hace unas semanas. Puedes ver claramente la forma de la mariposa y en el lado izquierdo (a tu derecha) un área resaltada… Lo llamo mi mentor, mi cicatriz transformadora. ¡Prueba de que no hay cáncer allí!

Mucha gente me pregunta qué hice. «¿Qué te curó?». La verdad es que mi cuerpo lo hizo. Escuché y proporcioné los elementos que necesitaba para sanar y así fue. Le doy toda la gloria y el honor a mi Dios por su guía fiel, por derramar Su Gracia sobre mi vida y por caminar suavemente conmigo a través de todo. Gracias por leer hasta aquí y por todas sus oraciones y aliento durante todos estos años. Deseándoles mucho amor, paz y salud en su viaje de bienestar.