¿La Ira Es Acerca De Ti O De Otros?

¿La Ira Es Acerca De Ti O De Otros? Al igual que yo, es probable que hayas experimentado ira hacia alguien o algo que te haya decepcionado, herido o que no haya cumplido tus expectativas. Si bien, esta emoción es muy válida, todos podemos responder de manera muy diferente, incluso si enfrentamos la misma situación. Esto me hizo preguntarme, ¿cómo es que todos podemos responder de manera diferente? Creo que a medida que crecemos aprendemos patrones de comportamiento para reaccionar a emociones específicas, ya sea que los hayamos aprendido a través de nuestros padres, nuestro entorno, o solo esté construido en nuestro ADN. Estos patrones aprendidos, se construyen en nosotros inconscientemente, y simplemente, nos volvemos reactivos a situaciones o factores desencadenantes.

Conocer a Jesús me ha enseñado mucho sobre mí y cómo puedo vivir de otra manera, si así lo deseo. He aprendido que la ira es una emoción muy poderosa que lleva a las personas a hacer cosas realmente locas y causa más dolor si reaccionamos negativamente. Dirías sin embargo… «A veces no puedo evitarlo, pero me enojo tanto… ¡Entiendo completamente y me identifico! La Biblia muestra que Dios también ha experimentado enojo, pero ha demostrado amor y misericordia cada vez que lo hace. En este momento, probablemente estés diciendo, sí, ¡pero yo no soy Dios! Cierto, pero ¿y si esto es una invitación?

He aprendido que todos experimentamos enojo, pero no todos sabemos que la ira se trata de ti y no de los demás. Lo que quiero decir es que cuando eliges enojarte, estás ESCOGIENDO esto en lugar de tu paz; y esto, mi amigo (a), es una elección personal hecha solo por TI. La ira, en realidad, nunca se trata de la otra persona, sino solo de ti. Solía ​​dar tanto poder a otras personas sobre mis sentimientos y circunstancias, pero como he llegado a comprender que puedo elegir cómo responder, he experimentado más libertad en mi vida. Ya no considero a las personas como rehenes en mis pensamientos por lo enojado que me hicieron sentir. Elijo dejarlo ir y cambiar mi perspectiva sobre la situación. Ha sido MUY liberador practicar esto.

Ahora, por favor, no confundas esto como no tener límites. Las personas pueden provocar enojo en ti por las cosas que pueden haber hecho, pero ya no tienen poder sobre ti para mantenerte como rehén en esta emoción si no lo permites. Admito lo que la gente puede hacer o no hacer en mi vida, lo que otros pueden o no pueden darme. ¡Tengo el poder de elegir todo el tiempo! Y ahora elijo aceptarlos y honrarlos como quiénes son en Dios. Establezco límites, y esto me permite cuidarme y preservar relaciones saludables.