¿Pueden los desequilibrios hormonales causar cáncer? Explorando la conexión entre las hormonas y el riesgo de cáncer
Hace algunos años, me encontraba sentada en el consultorio de mi médico, mirando un informe de laboratorio que mostraba que mis niveles hormonales estaban completamente desbalanceados. Llevaba meses sintiéndome extraña: fatigada, de mal humor y simplemente no como yo misma. Mi médico me explicó que un desequilibrio hormonal podía ser la causa de estos síntomas, pero lo que realmente captó mi atención fue cuando mencionó el riesgo de cáncer a largo plazo.
Esa conversación despertó mi curiosidad. ¿Podría un desequilibrio hormonal realmente aumentar mi riesgo de cáncer? Como alguien apasionada por la investigación, decidí profundizar en la ciencia detrás de esta conexión. Lo que encontré fue fascinante y un poco inquietante. En este artículo, quiero compartir lo que he aprendido sobre cómo las fluctuaciones hormonales, en especial del estrógeno y la progesterona, pueden influir en el riesgo y la progresión de cánceres sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama y el cáncer de ovario.
Comprendiendo los desequilibrios hormonales: Mi despertar personal
Los desequilibrios hormonales no son algo que solo le sucede a «otras personas». Nos pueden afectar a cualquiera, en cualquier etapa de la vida. En mi caso, el estrés de equilibrar el trabajo, la familia y la vida diaria terminó afectando mis hormonas. Sin embargo, estos desequilibrios también pueden deberse a condiciones médicas, ciertos medicamentos o transiciones naturales, como la menopausia.
Lo que descubrí fue esto: un desequilibrio hormonal ocurre cuando hay demasiado o muy poco de una hormona en el torrente sanguíneo. Dado que las hormonas son como el sistema de comunicación interno del cuerpo, incluso los desajustes más pequeños pueden generar un impacto significativo.
Algunos síntomas comunes incluyen:
- Fatiga crónica
- Aumento de peso inexplicado
- Cambios de humor extremos
- Ciclos menstruales irregulares
Pero… ¿qué pasa con el panorama general? ¿Podría este desajuste también aumentar el riesgo de algo tan grave como el cáncer?
El delicado baile entre el estrógeno y la progesterona
El estrógeno y la progesterona son dos hormonas clave en la salud reproductiva femenina. Pero su relación con el cáncer es compleja y a veces contradictoria.
El estrógeno: un promotor del crecimiento
El estrógeno es esencial para regular el ciclo menstrual, mantener la densidad ósea y apoyar la salud cardiovascular. Pero aquí está el problema: también estimula el crecimiento celular. Si bien esto es bueno para la reparación de tejidos, también puede fomentar el crecimiento de células cancerosas.
Las investigaciones han demostrado que una exposición prolongada a niveles elevados de estrógeno puede aumentar el riesgo de cánceres sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama y de ovario. Un estudio publicado en The Lancet encontró que las mujeres con niveles más altos de estrógeno en sangre tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de mama.
La progesterona: una fuerza protectora
Por otro lado, la progesterona actúa como un contrapeso natural al estrógeno. Ayuda a regular el ciclo menstrual y prepara el cuerpo para el embarazo, pero también podría desempeñar un papel en la prevención del cáncer.
Una investigación publicada en Cancer Research encontró que la progesterona puede inhibir el crecimiento de células cancerosas en el cáncer de mama. Sin embargo, su papel sigue siendo un tema de estudio.
Cánceres sensibles a las hormonas: ¿Cuál es la conexión?
Algunos tipos de cáncer crecen en respuesta a hormonas, en especial al estrógeno y la progesterona. Los dos más conocidos son:
Cáncer de mama: La conexión con el estrógeno
El cáncer de mama es el más común entre los cánceres sensibles a las hormonas. Aproximadamente el 70% de los casos son receptores positivos de estrógeno (ER+), lo que significa que las células cancerosas usan el estrógeno para crecer.
Un estudio publicado en JNCI: Journal of the National Cancer Institute encontró que las mujeres con niveles más altos de estrógeno tenían entre 2 y 3 veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Estos estudios no incluyeron la terapia de reemplazo hormonal bioidéntica (BHRT). Sin embargo, si deseas conocer más sobre la diferencia entre la terapia de reemplazo hormonal convencional (HRT) y la BHRT, puedes investigar más al respecto.
Además, otro estudio indica que el uso de terapia de reemplazo hormonal con estrógeno y progestina no parece estar asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres de mediana edad.
En mi opinión, cuando se trata del uso de hormonas, es fundamental un enfoque personalizado, ya que cada organismo responde de manera diferente.
Cáncer de ovario: Un riesgo menos claro, pero presente
El vínculo entre las hormonas y el cáncer de ovario no es tan directo como con el cáncer de mama, pero algunos estudios han encontrado una relación. Una investigación en The Lancet Oncology halló que las mujeres que usaban terapia hormonal con estrógeno solamente tenían un mayor riesgo de cáncer de ovario.
Mi experiencia con la terapia de reemplazo hormonal bioidéntica (BHRT)
Cuando mi médico me sugirió por primera vez la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (BHRT) para tratar mis desequilibrios hormonales, dudé en aceptarla. Como sobreviviente de cáncer de tiroides, la idea de introducir hormonas en mi cuerpo me aterraba. Me preocupaba que pudiera aumentar el riesgo de recurrencia del cáncer o incluso desencadenar un nuevo diagnóstico.
Sin embargo, después de meses de investigación y conversaciones con mi equipo médico, decidí probar la BHRT, y resultó ser una de las mejores decisiones que he tomado para mi salud.
¿Qué es la BHRT?
La BHRT utiliza hormonas que son químicamente idénticas a las producidas por el cuerpo humano. A diferencia de las hormonas sintéticas, que tienen una estructura molecular ligeramente diferente, las hormonas bioidénticas están diseñadas para imitar de la manera más natural posible las hormonas del cuerpo. Esto las convierte en una opción más segura y natural para muchas personas.
¿Es segura la BHRT para sobrevivientes de cáncer?
Esta fue mi mayor preocupación. Después de todo, ya había enfrentado un diagnóstico de cáncer y la idea de hacer algo que pudiera aumentar mi riesgo era abrumadora.
Pero esto fue lo que aprendí: la BHRT puede ser segura para sobrevivientes de cáncer cuando se usa bajo la supervisión de un médico con experiencia en terapia hormonal.
Un estudio publicado en Maturitas analizó la seguridad de la BHRT en mujeres con antecedentes de cáncer de mama y encontró que, cuando se monitorea cuidadosamente, la BHRT no aumenta el riesgo de recurrencia del cáncer.
Este hallazgo cambió mi perspectiva por completo. Me dio la confianza para seguir adelante con la BHRT, sabiendo que podía ayudarme a equilibrar mis hormonas sin comprometer mi salud a largo plazo.
¿Cómo la BHRT me ha ayudado?
Desde que comencé la BHRT, he notado una mejora significativa en mis niveles de energía, mi estado de ánimo y mi bienestar general. Después de años lidiando con los efectos de un desequilibrio hormonal, finalmente siento que he recuperado mi vitalidad.
Aún sigo realizándome chequeos médicos regulares para monitorear mi salud, pero ya no vivo con el temor de que mis hormonas estén jugando en mi contra.
¿Qué puedes hacer para reducir tu riesgo?
Después de conocer la conexión entre las hormonas y el cáncer, supe que debía tomar medidas para proteger mi salud. Estas son algunas estrategias que me han ayudado y que también pueden ayudarte a ti.
1. Cambios en el estilo de vida
- Mantén un peso saludable: El exceso de grasa corporal puede aumentar los niveles de estrógeno, lo que podría elevar el riesgo de desarrollar cánceres sensibles a las hormonas, como el de mama y ovario. Para mantener un peso equilibrado, prioriza una alimentación rica en alimentos integrales, fibra y grasas saludables, y reduce el consumo de alimentos ultraprocesados y alcohol. El ejercicio regular, como caminar, hacer yoga o entrenamiento de fuerza, también puede ayudar a equilibrar las hormonas.
- Maneja el estrés: El estrés crónico puede afectar el equilibrio hormonal al aumentar los niveles de cortisol, lo que a su vez puede desajustar el estrógeno y la progesterona. Incorporar prácticas de atención plena, como meditación, respiración profunda o llevar un diario, puede ayudar a reducir el impacto del estrés en el cuerpo.
- Duerme lo suficiente: La falta de sueño puede interrumpir la producción de hormonas y aumentar la inflamación, dos factores que pueden contribuir al riesgo de cáncer. Intenta dormir entre 7 y 9 horas de calidad cada noche, estableciendo una rutina de sueño constante y creando un entorno que favorezca el descanso.
- Limita la exposición a disruptores endocrinos: Algunas sustancias químicas presentes en plásticos, pesticidas y productos de cuidado personal pueden imitar las hormonas naturales del cuerpo y alterar su equilibrio. Para reducir la exposición, elige envases de vidrio o acero inoxidable, opta por productos orgánicos cuando sea posible y usa productos de cuidado personal naturales y libres de toxinas.
2. Intervenciones médicas
- Consulta con tu médico sobre la BHRT: Si experimentas síntomas de desequilibrio hormonal, como fatiga, cambios de humor o ciclos menstruales irregulares, la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (BHRT) puede ser una opción. La BHRT usa hormonas químicamente idénticas a las que produce el cuerpo, lo que la convierte en una alternativa más natural a las hormonas sintéticas. Aunque la investigación sobre la BHRT en sobrevivientes de cáncer aún es limitada, muchos médicos creen que puede ser segura si se monitorea adecuadamente. En mi caso, la BHRT ha sido un cambio positivo, ayudándome a recuperar mi energía y equilibrio sin aumentar mi riesgo de cáncer.
- Considera realizarte pruebas genéticas: Si tienes antecedentes familiares de cánceres sensibles a las hormonas, las pruebas genéticas pueden ayudar a identificar mutaciones como BRCA1 o BRCA2, que podrían aumentar tu riesgo. Conocer tu perfil genético puede brindarte información clave para tomar decisiones informadas sobre prevención y tratamiento.
- Explora tratamientos no hormonales: Si no eres candidata para la BHRT o prefieres evitar la terapia hormonal, existen opciones no hormonales para tratar síntomas como sofocos, sudores nocturnos y cambios de humor. Algunas alternativas incluyen antidepresivos, gabapentina y cambios en el estilo de vida.
3. Exámenes regulares y monitoreo
- Programa chequeos médicos periódicos: La detección temprana es clave para reducir el riesgo de cáncer. Exámenes como mamografías, pruebas pélvicas y análisis de sangre pueden ayudar a identificar problemas a tiempo. Si estás en BHRT, tu médico puede recomendarte un monitoreo más frecuente para asegurarse de que tus niveles hormonales se mantengan equilibrados y seguros.
- Lleva un registro de tus síntomas: Anotar cualquier cambio en tu ciclo menstrual, estado de ánimo o niveles de energía puede ayudar a tu médico a identificar patrones y ajustar tu tratamiento si es necesario.
- Mantente informada: La investigación sobre hormonas y cáncer evoluciona constantemente. Mantente al día con los últimos estudios y comenta cualquier nueva inquietud con tu médico.
4. Apoya tu salud en general
- Lleva una alimentación que equilibre las hormonas: Incorpora alimentos que favorezcan la salud hormonal, como vegetales crucíferos (brócoli, coliflor, kale), semillas de lino y alimentos ricos en omega-3 (salmón, nueces, chía). Estos alimentos pueden ayudar a regular los niveles de estrógeno y reducir la inflamación.
- Mantente activa: La actividad física regular ayuda a equilibrar las hormonas, reducir el estrés y mantener un peso saludable. Intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días.
- Construye una red de apoyo: Manejar los desequilibrios hormonales y el riesgo de cáncer puede ser un proceso abrumador, pero no tienes que hacerlo sola. Apóyate en amigos, familiares o grupos de apoyo que te brinden ánimo y consejos.
Tomar medidas proactivas sobre tu salud hormonal puede marcar una gran diferencia en tu bienestar y en la reducción de riesgos a largo plazo.
Conclusión: El conocimiento es poder
Los desequilibrios hormonales pueden influir en el riesgo de desarrollar cánceres sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama y de ovario. Aunque esto pueda sonar preocupante, comprender esta conexión nos da el poder de tomar medidas proactivas para proteger nuestra salud.
En mi caso, esto significó hacer cambios en mi estilo de vida, mantenerme informada y realizar chequeos médicos regulares con mi doctor.
Si te preocupa tu nivel hormonal o el riesgo de cáncer, te animo a que consultes con un profesional de la salud. Ellos pueden ayudarte a explorar tus opciones y crear un plan adaptado a tus necesidades específicas.
Tu salud es tu mayor tesoro, y vale la pena luchar por ella.
Hola
Soy Karen!
He encontrado que mi caminar con cáncer es una experiencia positiva, profunda y transformadora. Me siento inspirada en compartir con ustedes, mi viaje de sanación aquí; y confío en que encontrarás esperanza, aliento y propósito a medida que descubras el poder curativo que vive dentro de ti.
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