Gran Fé

Gran Fé. Tener fe requiere coraje porque debes soltar el control y todo lo que crees saber, para entregárselo todo a Él. Confiando en que Él te asistirá, incluso, si no tienes idea de cómo sucederá. Tal como lo hizo el centurión cuando le pidió a Jesús que sanara a su siervo. Aunque el centurión sabía que no era digno de acercarse a Jesús, sabía que solo Él podía salvar a su siervo de la muerte.

El centurión mostró «Gran Fe» al entregar toda su confianza y creer que Jesús era suficiente para sanar y liberar a su siervo de la muerte. Mostró su fe al decir: «Señor, no te tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo. Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero, con una sola palabra tuya, quedará sano mi siervo». El centurión reconoció la autoridad de Jesús para vencer la enfermedad y la muerte, reconociendo a su vez, Su poder y rindiendo su control a Él. La gran fe del centurión hizo temblar las puertas del cielo, su confianza dejó a Jesús maravillado al decir: «Te digo que no he encontrado una fe tan grande, ni siquiera en Israel». El poder sanador de Jesús es accesible para nosotros a través de nuestra fe inquebrantable. Ahora dime, ¿encontrará Él gran fe en ti?

Lucas 7: 1-10

Declaración de Oración

Jesús, gracias porque eres mi sanador, mi torre fuerte, mi fortaleza, mi refugio cuando estoy débil. Gracias porque a través de mi fe en ti, tengo acceso a Tu poder sanador. Gracias porque Tu voluntad es curarme como lo hiciste con el siervo del centurión. En medio de mi oscuridad, en medio de todo mi temor, oro para que me llenes de un coraje sobrenatural para confiar, creer y crecer en gran fe en TI, para liberarme y recibir mi sanación, hoy. Oro en el Nombre de Jesús, ¡Amén!

Sanando a través de la Fe en Jesús por Karen Berrios