¿La Inmunoterapia Es Segura Para Tratar El Cáncer?

La Inmunoterapia. Recientemente, compartí una gran cantidad de información sobre la inmunoterapia para tratar el cáncer, qué es, diferentes tipos de inmunoterapia disponibles, descubrimientos y avances esperanzadores en la inmunoterapia que tienen el potencial de tratar, e incluso, curar el cáncer. Para mí, este método de tratamiento es fascinante porque utiliza nuestro propio cuerpo y nuestro sistema inmunológico para atacar y eliminar las células cancerosas en nuestro cuerpo. El problema con las células cancerosas es que se originan en nuestro cuerpo en la mayoría de los casos; ya sea que se deba a la exposición ambiental, a productos químicos o agentes cancerígenos, nuestras células comienzan a dividirse y multiplicarse de manera anormal.

En el pasado, he hablado sobre los diferentes desencadenantes y las causas del cáncer y lo que descubrí en mi propio viaje contra el cáncer. Pero ahora quiero hablar un poco sobre la biología del cáncer, si se quiere, y qué sucede dentro del cuerpo cuando el cáncer comienza a asomar su fea cara. Esto es importante para comprender más acerca de la inmunoterapia y si es una opción segura para tratar el cáncer.

RAÍCES DEL CÁNCER

Los diferentes tipos de cáncer tienen diferentes raíces o causas. Personalmente, creo firmemente que existe una conexión emocional definitiva entre nosotros y el cáncer. Hemos visto evidencia de salud social y emocional como indicadores de cuán bien responde una persona al cáncer, y hemos visto evidencia de que existen conexiones emocionales con ciertos tipos de cáncer. Un estudio de 1995 estableció el precedente para buscar la conexión entre el cáncer y las emociones. Ese estudio, aunque ahora tiene más de dos décadas, muestra una evidencia científica concluyente de una conexión entre el estrés de la vida y el cáncer de mama en las mujeres. No es exagerado, entonces, afirmar que otros tipos de cáncer pueden ser el resultado de un trauma emocional, estrés o dificultad.

Además, hay una serie de factores ambientales que se ha demostrado, contribuyen al desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Sabemos que, la exposición a la radiación, por ejemplo, aumenta la probabilidad de un diagnóstico de cáncer. Un estudio de 2012, incluso, encontró que la radiación de baja ionización utilizada para las pruebas de imágenes médicas, como las tomografías computarizadas y las radiografías, conlleva un mayor riesgo de causar cáncer. Los rayos del sol, la exposición a herbicidas y pesticidas en los alimentos que comemos y el agua que bebemos, e incluso ciertos métodos de cocción han sido vinculados a diferentes tipos de cáncer.

¿CÓMO SE DESARROLLA CÁNCER?

Como sabemos, existen- literalmente- docenas de formas en que el cáncer puede comenzar a desarrollarse en nuestro cuerpo, no debería sorprender que cada persona camine con algunas células cancerosas en su cuerpo. Esto es, absolutamente, normal y, en general, no es motivo de alarma. Mientras estas células no comiencen a dividirse anormalmente, todo está bien y no nos dañarán. Una revisión de 2016 explica un poco más sobre el proceso en el cual el cáncer comienza a desarrollarse y diseminarse. En última instancia, cada célula de nuestro cuerpo tiene un propósito específico y cada célula «sabe» qué trabajo está basado en el ADN que lleva consigo. Después de algún tiempo, cada célula envejecerá y morirá como parte del proceso conocido como muerte celular programada. El proceso es natural y forma parte del ciclo de vida de la célula.

Cuando ese ADN en una célula o su «conocimiento» se daña de algún modo, ya sea por trauma emocional, factores ambientales, medicamentos, alimentos, etc., esa célula puede comenzar a replicarse en su forma dañada y comenzar a dividirse sin control. También se puede interrumpir el ciclo de vida natural de una célula con la muerte celular programada, lo que puede dar lugar a bultos o crecimientos.

Una vez que las células cancerosas comienzan a dividirse, no se comportan como células normales y no saben cuándo dejar de replicarse y cuándo morir. Es posible que tampoco se adhieran a otras células de su tipo. En ese caso, vemos una metástasis de células cancerosas en todo el cuerpo.

¿POR QUÉ EL SISTEMA INMUNE NO INTERRUMPE EL DESARROLLO DE LAS CÉLULAS CANCEROSAS?

A menudo, nuestro sistema inmune no reconoce las células cancerosas como invasoras o dañinas. Para el sistema inmune del cuerpo, estas células cancerosas parecen ser células regulares dentro del cuerpo y no están dirigidas o asignadas como nocivas. Esto es lo que les permite vagar, crecer y dividirse sin control en nuestro cuerpo. También es lo que hace que tratar el cáncer sea tan difícil. En muchos casos, es casi imposible atacar las células cancerosas sin dañar las células sanas a lo largo del camino. Es, en esto, mis amigos, en donde entra la inmunoterapia. La inmunoterapia, como mencioné anteriormente, funciona con nuestro propio sistema inmune para buscar y destruir las células cancerosas sin introducir medicamentos citotóxicos o radiación en nuestro cuerpo.

¿CÓMO FUNCIONA LA INMUNOTERAPIA?

Hay varios métodos diferentes de inmunoterapia que se están desarrollando o que ya se han desarrollado. Cada uno de ellos trabaja de maneras únicas, pero en última instancia, el objetivo es lograr que el sistema inmune actúe sobre las células cancerosas. Los tratamientos de inmunoterapia incluyen inhibidores de puntos de control , transferencia de células adoptivas , anticuerpos monoclonales , vacunas de tratamiento , citoquinas, e incluso, la infección del cuerpo con una forma debilitada de tuberculosis son todos tipos diferentes de inmunoterapia.

EFICACIA DE LAS INMUNOTERAPIAS PARA TRATAR EL CÁNCER

En última instancia, el tipo de inmunoterapia utilizada y el tipo de cáncer que se trata tendrán un mayor impacto en el éxito del tratamiento. Sin embargo, en términos generales, la inmunoterapia es un tratamiento seguro y eficaz, y tiene menos efectos secundarios que las formas tradicionales de terapias contra el cáncer.

En última instancia, la inmunoterapia ofrece muchos tratamientos alternativos contra el cáncer para ciertos tipos de cáncer. El enfoque de inmunoterapia es un tratamiento biológico que se dirige a células cancerosas específicas mientras que las células sanas se dejan en paz, a diferencia de los tratamientos tradicionales y las terapias citotóxicas.

Si bien, la inmunoterapia aún puede tener una efectividad limitada, la investigación continua y los avances científicos continúan mostrando respuestas prometedoras en este tipo de tratamiento biológico. Un estudio de julio de 2017 de la investigación disponible y los datos actuales sobre inmunoterapia, muestra que las respuestas positivas con la inmunoterapia del cáncer se muestran con mayor frecuencia. Pero eso ni siquiera es la mejor parte: la inmunoterapia, cuando es efectiva, a menudo sigue siendo completamente efectiva. Eso significa que los resultados a largo plazo, las regresiones, e incluso, las curas son clínicamente más importantes que otras formas tradicionales de tratamiento. Además, la inmunoterapia exitosa suele ser efectiva en pacientes con tumores sólidos o malignidades agresivas. En lenguaje sencillo, la inmunoterapia, en algunos casos, puede curar, incluso, tipos de cáncer muy agresivos o avanzados.

SEGURIDAD DE LA INMUNOTERAPIA

La esencia de todo este artículo se puede resumir aquí. ¿La inmunoterapia es segura? La respuesta a esa pregunta es amplia y expansiva. En general, los efectos adversos observados en la inmunoterapia dependerán del tipo de cáncer que se trate y del tipo de inmunoterapia que se utilice. Por ejemplo, la Transferencia de Células Adoptivas usan las células cancerosas reales del paciente. Las células T se extraen de las células tumorales de crecimiento más activo, y luego se aíslan y crecen en un laboratorio. Luego se reintroducen en el paciente donde esencialmente «buscan y destruyen» el cáncer dentro del cuerpo. El proceso es altamente efectivo con muy poco potencial de efectos secundarios. Sin embargo, el proceso de aislamiento y crecimiento de las células T especializadas en un laboratorio puede llevar de varias semanas a varios meses. En muchos pacientes, esa cantidad de tiempo cierra la ventana terapéutica para el tratamiento, y el cáncer puede haber progresado más allá del alcance de la inmunoterapia en ese período de tiempo. En casos como estos, la inmunoterapia puede no ser la ruta más segura para el tratamiento, particularmente cuando se trata de un cáncer altamente agresivo o de rápido movimiento.

En otros casos, la inmunoterapia tiene una amplia respuesta de «despertar» en el sistema inmune. Esta respuesta puede producir síntomas similares a los observados durante una actividad inmune alta. Por ejemplo, cuando el cuerpo está luchando contra una infección sistémica importante. En otras palabras, fiebre, dolores, dolores, letargo, disminución del apetito y otros síntomas de infección. Otros pueden causar una respuesta inmune altamente concentrada en un sitio (por ejemplo, en el caso de las vacunas terapéuticas).

Otro posible efecto adverso de la inmunoterapia puede ser un aumento de los efectos antitumorales a largo plazo. En algunos casos, esto puede ser algo realmente bueno. En otros casos, puede conducir a toxicidades duraderas dentro del cuerpo y a una respuesta inmune sistémica a largo plazo, que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida.

PENSAMIENTOS FINALES

La inmunoterapia parece llevarnos más cerca de encontrar una cura para el cáncer. Personalmente, creo que la inmunoterapia ofrece un enfoque más natural y más seguro para tratar el cáncer. Involucrar a nuestro propio cuerpo en formas que funcionan naturalmente es un enfoque más suave y menos tóxico para combatir las células cancerosas. Estoy muy entusiasmada con las posibilidades que ofrece este tipo de tratamiento, y no puedo esperar a ver dónde nos llevará la inmunoterapia en el futuro, como tratamiento para el cáncer.