Llamar A La Existencia Cosas Que Aún No Existen

Llamar A La Existencia Cosas Que Aún No Existen. Tener un diagnóstico de cáncer es algo muy aterrador, lo sé, pero debo decir que mi fe en Jesús me ayudó mucho con este proceso. En mi caminar con Dios había aprendido que el poder de la lengua es muy importante y crucial para que recibamos sanidad. Nuestra fe activa la intervención de Dios, pero nuestras lenguas se usan para proclamar las palabras sanadoras que Dios nos ha enseñado en Su palabra, la Biblia.

Haber sido diagnosticada con cáncer es un HECHO verdadero; sin embargo, creo que Dios puede traer vida a los muertos y hacer que existan cosas que aún no existen. [Romanos 4:17] Por lo tanto, en mi caminar con Dios, he aprendido que aunque estemos lidiando con hechos (diagnóstico de cáncer) no andaré proclamando que es mío. Quiero animarte a que no andes diciendo «tengo cáncer». En cambio, deberíamos decir: «Estoy sano». Esto nos ayudará a persuadirnos de que, en FE, cambiemos la imagen de nosotros mismos. Realmente es inexplicable, pero algo muy poderoso se libera cuando practicamos esto, sin importar nuestras circunstancias o cómo nos sintamos.

Cuando elegimos repetir las promesas de sanación de Dios una y otra vez con nuestra boca, estas se incrustan en nuestros corazones mientras las pronunciamos. Una vez más, no negamos que la enfermedad exista, porque no hay poder para negar la enfermedad. Más bien, negamos su derecho a existir en nuestros cuerpos.

Al llamar a las cosas como son, empoderamos nuestras circunstancias actuales para que reine en nuestros corazones, mentes y cuerpos. Pero si nos apartamos de esa verdad y, con fe, reclamamos las promesas de sanación de Dios sobre nuestros cuerpos, podemos cambiar nuestros corazones, mentes y cuerpos.

Dios me dio una promesa de sanidad al comienzo de mi viaje y la repetía varias veces cuando tenía miedo o cuando me sentía enferma. Me decía esto en voz alta, junto con otras promesas de sanación que había memorizado. Sé que nuestros cuerpos y células escuchan todo lo que decimos, es muy poderoso. Por tanto, debemos recordar ser amables con nosotros mismos y ser conscientes de lo que estamos diciendo.

Recuerdo una temporada en la que tenía tantos síntomas en el cuello que mi médico me sugirió que me hiciera una ecografía para asegurarme de que todo estaba bien allí. Recuerdo claramente que dijo: «Vamos a comprobar y si las cosas han empeorado, elaboraremos otro plan». Recuerdo que lo detuve allí mismo y le dije: “no… las cosas no han empeorado. Se me ha dado una promesa y estoy sana». Tenemos que estar firmes en la fe y llamar a lo que queramos hasta que se manifieste.

¿Y ese ultrasonido? ¡Recibí uno de los mejores informes que había visto en mi viaje de sanación de tres años en ese entonces!

Si algo o todo esto te resuena, quiero alentarte a que te hagas cargo de tu lengua y tengas la intención de hablar vida, verdad y sanación. No estoy diciendo que niegues los hechos o tus sentimientos, pero eso solo te dará información de dónde te encuentras, no hacia dónde te diriges. Tú eres el que tiene la opción de asociarte con Dios y exigir que se manifieste tu sanidad. Aquí hay algunas declaraciones curativas que he utilizado y que me han resultado útiles para cambiar mi entorno y apoyar el cambio. Espero y rezo para que te ayuden en tu viaje. ¡Te envío mucho amor y muchas bendiciones!