Protegiéndome de La Negatividad y El Miedo

Negatividad y El Miedo

No vi venir mi diagnóstico de cáncer, en verdad, me agarró desprevenida. Ahora, más que nunca, creía firmemente en mi voz interior y me encontraba confiando plenamente en Dios. Aunque todos los que me rodeaban me instaban (suplicándome y presionándome) a que me decidiera por el tratamiento estándar de la cirugía y la radiación, estaba escuchando la voz dentro de mí que gritaba: «¡No! ¡Este no es el camino correcto para mí! »

Pero no fue fácil.

Yo estaba tomando la decisión de ir en contra de muchas cosas, de ir en dirección opuesta; y todos en mi círculo íntimo- mi esposo, mis padres, mis hermanos y amigos- estaban tratando de hacerme cambiar de opinión. Aunque su acercamiento hacia mi persona para insistir, provenía de sus corazones; de alguna manera, aunque la negatividad y el miedo continuaron apareciendo. Estaban tratando de asustarme creyendo que cualquier cosa que no sea cirugía y radiación sería desastrosa.

Hacer frente a toda esta negatividad y miedo, trajo como resultado otra cosa «para hacer» en mi lista, una cosa que, en lo absoluto quería tratar. Llegué al punto en que me sentía como si estuviera obligada a lidiar con pensamientos de otras personas y batallas interiores por encima de la mía. Dado que, sus pensamientos siempre parecían venir de sus miedos, realmente no podía manejarlo. ¡Como si enfrentar esta enfermedad no fuera un desafío suficiente!

Así que, después de haber superado el choque inicial del diagnóstico y haber procesado el hecho de que esto realmente me estaba sucediendo, me di cuenta de que tenía que edificarme para protegerme de todo este miedo y la negatividad. Es por esto que, decidí colocar un “muro” para protegerme de todo esto. ¿Era esto algo egoísta? No estoy segura, pero sí estoy segura de que, en ese momento tenía que hacer esto para sobrevivir y procesar lo que estaba pasando.

Los amigos y los miembros de la familia estaban comprensiblemente preocupados. Ellos me llamaban o me etiquetaban en las redes sociales, o me buscaban de otra manera. Espero que lo que estoy compartiendo no sea tomado de una manera equivocada, pero realmente creo que necesitaba protegerme cuidando lo que yo oía y veía. Para evitar caer en explicaciones una y otra vez, del porqué estaba tomando esa decisión, siempre respondería que estaba bien, que me iba muy bien. Sabía que, en la mayoría de los casos no iba a estar de acuerdo con sus consejos, y yo simplemente no quería usar nada de mi preciosa energía explicando mi posición y la decisión que había tomado. Yo sabía que, probablemente estaba distante, pero mi salud mental y emocional era más importante para mí, en ese momento. Es mi vida, y para cuidar de mí mismo tuve que poner un escudo.

Después de escuchar y leer las historias de otras personas, me di cuenta de lo necesario que es el escudo. Muchos pacientes de cáncer han compartido sus experiencias y las encontré muy similares a la mía. Ellos sintieron que no sólo luchaban con su propio miedo, sino que también tenían que lidiar con el miedo de los demás. Desafortunadamente, muchas de las historias que leí o escuché fueron de personas que cedieron a la presión. «Decidí hacer quimioterapia», decían, «aunque algo en mí supiera que no debía hacerlo. Todo el mundo me decía que debía y no podía lidiar con eso”.

Sí, sabía que todo el mundo a mi alrededor significaba amor. Ellos me quieren, y no quieren perderme. Y ciertamente, aprecio ese amor. Pero en última instancia es mi vida, y necesito seguir mi voz interior… una voz que creo firmemente, viene directamente de Dios.

Pensamiento de Poder:

No temeré o estaré consternado, porque mi corazón late con el ritmo de la vida, llenándose y llenando mi cuerpo y alma diariamente con fuerza, esperanza y coraje.