¿Tus Emociones Pueden Afectar Tu Sistema Inmune? ¡El Rompecabezas De La Tiroides!

¿Tus Emociones Pueden Afectar Tu Sistema Inmune? Es sorprendente cuánto control tiene la tiroides sobre nuestro cuerpo. La glándula en forma de mariposa en el cuello controla gran parte de cómo nos sentimos física, emocional, social y mentalmente. Para muchos pacientes con problemas de tiroides, a menudo, la primera pista de que algo anda mal se debe a una sensación de depresión. Es un síntoma psicológico de un problema físico.

CONEXIÓN EMOCIONAL Y FÍSICA

Solo por un segundo, analicemos un poco la depresión. Muchos profesionales médicos no miran más allá de los aspectos físicos de nuestro cuerpo para evaluar el panorama general. Sin embargo, sabemos con certeza que la mente contribuye poderosamente a nuestro bienestar físico. La depresión se manifiesta en los pacientes de muchas maneras y va mucho más allá de un sentimiento general de tristeza o melancolía. Hay implicaciones físicas de la depresión: dolores musculares, fatiga, dolor en las articulaciones. Muchos pacientes experimentan inmunosupresión, por lo que se enferman más fácilmente. Pueden contraer la gripe o resfríos con mayor frecuencia.

Un estudio de 2008 muestra que las personas que están bajo una cantidad significativa de estrés son más propensas a sufrir de supresión inmune, lo que a su vez conduce a mayores casos de enfermedad. Para aquellos que sufren enfermedades mentales como la esquizofrenia, la depresión o la ansiedad, las ocurrencias de enfermedad son, incluso, mayores que las de aquellos que sufren de estrés prolongado. Esta investigación pionera muestra un aumento en la cantidad de histaminas que produce el cuerpo cuando se expone a niveles prolongados de estrés. Para los asmáticos y aquellos que sufren de alergias, el estrés es un desencadenante definitivo de estos ataques. El estudio también llega un paso más allá. Este mismo estudio muestra un vínculo entre el estrés y el cáncer. En ratas, reveló un vínculo entre el estrés y la progresión de los tumores cancerosos. El estrés crónico y agudo, que incluye cirugía e interrupciones sociales, parece promover el crecimiento tumoral.

Además, otro estudio de 2008 nos muestra que el apoyo social y emocional de los demás puede ser protector para nuestra salud. La integración social juega un papel en la mortalidad. En el estudio, los hombres mayores que vivían solos sin ningún (o poco) apoyo social y emocional tuvieron una vida más corta. Todas estas tendencias tienden a señalar el hecho de que nuestras emociones juegan un papel importante en nuestra salud en general.

Entonces, volvamos al rompecabezas emocional que se encuentra dentro de la glándula tiroides. Sabemos de hecho que una tiroides que se comporta mal puede causar síntomas físicos y emocionales. Los niveles de TSH y las hormonas tiroideas en nuestro cuerpo afectan todo, desde nuestro metabolismo hasta nuestro estado mental. ¿Qué pasaría si el reverso también fuera cierto? ¿Qué pasa si nuestro estado emocional y mental juegan un papel en nuestra tiroides?

PONIENDO LAS PIEZAS EN SU LUGAR

Mi propio viaje ha sido forjado con muchos descubrimientos emocionales y psicológicos. Cuando fui por primera vez a la clínica mexicana, hubo mucha curación emocional y mental que se trató como parte de la enfermedad física. Cuando miré por primera vez el cuestionario, me costó mucho, y lo puse en la mesita de noche e intenté ignorarlo durante varios días. La primera parte de mi viaje de curación se centró en los aspectos físicos de mi cuerpo: lo que comí, cómo comí, la forma en que mi entorno impactó mi ser físico. El aspecto emocional de este cuestionario condujo a una epifanía y comenzó a conectar los puntos para mí en cuanto a la posible causa de mi diagnóstico. ¿La mente y el espíritu juegan un papel en las condiciones de la tiroides?

No soy médico y no he realizado ningún estudio científico. Sin embargo, en mi caso, puedo decir inequívocamente que sí. Los aspectos emocionales y espirituales de mi pasado afectaron mi salud. Creo en la conexión emocional con la tiroides. Sabemos que la tiroides puede causar problemas emocionales y provocar depresión. Sabemos que hay una conexión. Sin embargo, muy pocos han considerado que tal vez, lo contrario también puede ser cierto. Que la conexión fluye en ambos sentidos y no es una calle de sentido único.

UNA REVELACIÓN EN LA CIENCIA

Curiosamente, ha habido suficientes conexiones en el pasado entre el diagnóstico del cáncer y el pronóstico cuando un paciente tiene apoyo emocional y social. Los pacientes con un buen sistema de apoyo, generalmente, tienen mejores resultados que aquellos que no lo tienen. Esto no es noticia; aún, las razones exactas no se han estudiado mucho. Sin embargo, un estudio publicado hace unos días muestra un área de estudio emergente en Psico-Oncología. Los factores psicológicos y sociales en relación con el cáncer no se estudiaron en absoluto hasta las últimas dos décadas. Esta subespecialidad emergente muestra una impresionante cantidad de promesas en cómo la mente, cuerpo y espíritu se interconectan, cuando se trata de todas las enfermedades, incluido el cáncer.

Se puede ver más evidencia sobre el cáncer y una conexión emocional en el estudio de 2012, entre pacientes con cáncer al final de su vida. Los reveladores resultados muestran que la mente es importante en la supervivencia del cáncer. Los pacientes que recibieron cuidados paliativos en lugar de las terapias tradicionales mostraron que vivir mejor significaba vivir más tiempo. El estudio mostró que, en los casos en que los pacientes recibieron cuidados menos agresivos al final de su vida sobrevivieron más tiempo y sufrieron menos depresión.

La tiroides es poderosa- pequeña pero poderosa- en nuestro cuerpo, con conexiones en lugares que quizás ni siquiera hayamos considerado. Con tantas funciones e impactos que puede tener en nuestro bienestar general, solo tiene sentido que la tiroides y nuestras emociones estén estrechamente entrelazadas. Al explorar nuestro bienestar emocional y nuestro bienestar espiritual, es posible que podamos ayudar a identificar y prevenir la enfermedad tiroidea en el futuro. En mi caminar descubrí que la conexión emocional es, a la vez catártica y abrumadora. Significa que aún queda mucho por hacer, y mi camino aún está emergiendo. No he completado mi camino hacia la luz por ningún tramo de la imaginación. Aún mi trabajo está en progreso. Pero estoy convencida de que esas barreras emocionales han jugado un papel importante en mi propia salud y quizás, incluso, me hayan llevado al cáncer. Quizás, en unos pocos años más, será una estrategia más reconocida para prevenir y tratar afecciones y el cáncer de tiroides. Quizás, la cura para muchos tipos de cáncer se encuentra dentro de nuestro propio cuerpo.